Capítulo 19: Respuestas.

Era lunes y su cabeza aún seguía dando vueltas a lo que había ocurrido dos días atrás.
Había estado evitando a toda costa todas las llamadas.
Quería estar sola y pensar detenidamente todo.
Era una decisión importante para ella y no iba a pensarlo rápidamente.
Sus ojeras la delataban y Javier su jefe no tardó en darse cuenta al verla entrar en el local.
Ella había inventado una escusa para evitar dar explicaciones.
"Creo que estoy algo resfriada y no he dormido bien este fin de semana"
Para su sorpresa su Jefe sin dudar le dijo que se fuera a su casa a descansar, que tenía muy mal aspecto y que lo mejor era que se tomara un par de días libres para recuperarse.
Noa insistió una y otra vez en que no era necesario pero fue tanta la insistencia de Javier que al final aceptó.
Le dio las gracias con una sonrisa visiblemente forzada y desapareció por la puerta que hacia apenas veinte minutos había cruzado para entrar a trabajar.
Camino a su casa abrió el móvil y miro los dos mensajes que Kevin le había escrito durante el fin de semana.
"¿Esta todo bien Noa? Me tienes preocupado. Cuando leas esto llámame por favor"
" ¿He echo algo mal? Si es así me gustaría saberlo. Espero respuesta."
Una mueca de tristeza apareció en su rostro.
Él no se merecía ese trato por su parte. Tenía que dar la cara y como antes mejor.
No había nadie en su casa y eso la calmó. Necesitaba soledad, su gran aliada para ordenar sus pensamientos.
Dejándose caer en la cama y soltando un suspiro largo se quedo mirando el techo de su habitación.
Su mente era un mar de dudas.
¿Llamaba a Kevin y le decía toda la verdad? ¿Aceptaría la proposición de León? ¿Lo mejor era rechazarla? ¿Sería mejor dejar a los dos y intentar empezar de nuevo sola? ¿Desaparecer por un tiempo?

Una melodía suave la despertó. Su teléfono estaba sonando.
Mierda, se había dormido. Con los ojos entrecerrados miro la hora, las cuatro y veinte de la tarde.
Con lentitud miró la pantalla de su móvil, Kevin la estaba llamando.
Medio dormida respondió.

+ Eh... Hmmm ¿Si?
- ¿Noa?
+ Dime...
- Veo que te he despertado. Lo siento.
+ No pasa nada, dime Kevin.
- Ahora que lo pienso ¿Que haces en casa?
+ No me encuentro bien, apenas he dormido este fin de semana y mi jefe me ha dado dos días libres...
- ¿Que te ocurre? No me has respondido ni a las llamadas ni a los mensajes...
+ Lo sé... Perdón... Yo...
- ¿Que esta pasando Noa?
+ Necesito hablar contigo de algo importante pero antes necesito un poco de calma.
- No entiendo nada... ¿He echo algo mal? Puedes decírmelo.
+ No... Tu no... Es cosa mía.
- Hmm...
+ ¿Te va bien quedar mañana por la mañana?
- Ya sabes que trabajo...
+ ¿Cuando terminas tu turno?
- A las seis y media de la tarde.
+ Pues... Si te va bien podemos vernos en el Bar "Minties" a las siete.
- Mmm... Vale, pues dejo que sigas durmiendo, mañana nos vemos.
+ Un beso...

Sin esperar respuesta colgó.
Dormir unas cuantas horas le había sentado bien.
Parecía que su mente estaba algo mas ordenada.
Había decidido sin pensarlo mucho quedar con Kevin. Ya que había dado el paso tenía que darlo hasta el final y contarle todo lo sucedido.
Si, sería lo mejor.
Ahora quedaba la parte mas difícil.
¿Quedaría con León o no?
Pf.... Que tortura.

Bajando las escaleras se paró en seco.
Había gente en su casa y no tenía muchas ganas de dar explicaciones.
Finalmente accedió a darlas.

Su madre estaba mirando la televisión.

-¡Noa!
+ Hola mamá.
-¿Que haces aquí?
+ Este fin de semana no me he encontrado muy bien y Javier me ha dado dos días de fiesta.
- Vaya... No me habías dicho nada.
+ Lo sé... No quería preocuparte.
- Ven anda.

Su madre la acurrucó entre sus brazos y Noa sintió que el mundo era un poco mejor entre los brazos de su madre.
Sabía como hacerla sentirse mejor sin decirle ni una sola palabra.
Juntas miraron la televisión y la mente de Noa por un rato descansó de esas dudas que le atormentaban.

Eran las diez de la noche y los ojos de Noa parecían dos platos. Al haber dormido por la mañana hasta casi por la tarde había echo que no tuviera ni pizca de sueño.
Durante la tarde había estado viendo la televisión con su madre y mas tarde habían ordenado un poco la casa y ahora sentada en una silla del comedor miraba como su padre hacía la cena con su padre.
Se les veía tan felices... Eso la alegraba.
Cuando había terminado de cenar y decirle una y otra vez a su madre que estaba bien y que no se preocupara se despidió de ellos y se fue a su habitación.
Encendió su ordenador y puso el reproductor de música.
Se conecto al Messenger y su sorpresa fue ver a León en Línea.
Vaya...
También estaba Claudia y Ángela.
Pasados veinte minutos él le hablo.

- Buenas noches.
+ Buenas noches, León.
- ¿Todo bien?
+ Bueno... Eso intento.
- ¿Has pensado algo?
+ Tu como estas.
- Dejémoslo en estoy.
+ Aha...
- Contéstame a la pregunta.
+ Si he pensado. Mañana he quedado con Kevin.
- Bien. ¿Se lo vas a contar todo?
+ Supongo.
-¿Supongo?
+ Si, supongo.
- Bueno... Y... ¿Has decidido si nos veremos o no?
+ Aún no...
- No quiero agobiarte, ya me dirás algo pero prefiero que sea pronto.
+ ¿Tanta prisa tienes?
- Si.
+ Pues lo siento pero no es algo que pueda decidir de un día para otro.
- Tampoco te estoy pidiendo que te cases conmigo...
+ ¿Y?
- Pues que no es para tanto. Simplemente quiero verte y que tu me veas y así aclarar las cosas. Punto.
+ Pues siendo así de borde lo único que vas a conseguir es que tarde más.
- Lo mejor será que me vaya. Adiós.

Y antes de que Noa pudiera replicarle se desconectó dejándola con la palabra en la boca.
Eso lo odiaba.
Cabreada consigo misma y con él se despidió de sus amigas y cerro el Messenger.
No tenía ganas de hablar con nadie.
Se puso a buscar en Google billetes y el precio era bastante alto.
Luego buscó cómo saber si lo que sientes es "amor o capricho" y ninguna de las respuestas encontradas parecía solucionar sus líos de cabeza.
Cansada de buscar y no encontrar respuestas bajó a la cocina y se tomo una tila, a ver si eso la hacía dormir.
Eso de estar todo el día encerrada en casa sin hacer apenas nada la sacaba de quicio.

Abrió los ojos y miró el reloj.
Las once y media de la mañana.
Había dormido como un tronco esa noche y la verdad es que se sentía bastante bien.
Bajó a la cocina y estaba sola.
Tenía ocho horas para arreglarse y pensar en que decir.
Limpió la casa, hizo la comida y cuando termino todas las tareas que ella misma se había puesto para matar el tiempo y no pensar mucho fue hacía el baño.
Estuvo mas de una hora bajo el chorro de la ducha y parecía que las ideas poco a poco empezaban a aclararse.
Cuando salió de la ducha y se secó miro el reloj.
Las cuatro y cincuenta.
Iba bien de tiempo así que fue hacía su armario y empezó a sacar ropa.
No quería arreglarse mucho ya que la ocasión no era la adecuada para ir así.
Cuando estaba arreglada del todo eran casi las seis de la tarde.
Salió de su casa y se fue hacía el cajero para sacar algo de dinero.

Eran casi las siete y ella ya estaba en "Minties" sentada en una mesa al lado de de una ventana.
Estaba algo impaciente pero tenía que pensar en que decir y cómo.
Miro el reloj otra vez.
Las siete y cuarto.
Kevin no solía retrasarse y eso la puso aún más nerviosa.
Pensando en cosas absurdas como que le había pasado algo él apareció por detrás suyo dándole un susto.
A los dos minutos de él sentarse un camarero flacucho se les acercó.

--¿Que desean?
+ Un café con leche y una de sacarina, por favor.
-- Bien. ¿Y usted?
- Una Coca cola con hielo y limón, por favor.
-- Bien. Enseguida vuelvo.

Cuando ya tenían sus pedidos Kevin fue quien empezó a hablar.

-Bueno, primero de todo ¿Como te encuentras?
+ Mejor, gracias.
- Hmmm... Bueno estoy impaciente por oír explicaciones.

Dudando Noa se lo quedó mirando. Estaba guapísimo con esa camiseta blanca y esos tejanos rotos.
Sus ojos penetrantes la miraban fijamente.

+ Bueno antes de todo entenderé que después de oír lo que tengo que decirte te levantes y te vayas o que no quieras dirigirme la palabra nunca más.
- Me estas asustando...
+ A ver... ¿Te acuerdas que te hablé de un chico...
- Si. ¿Que pasa?
+ Quiere verme.
- Vale y ¿Cuál es el problema?
+ Quiere verme para aclarar sus sentimientos respecto a mi...
- Mmmm... ¿Le gustas?
+ Eso creo...
- No es nada extraño, eres preciosa...
+ Lo peor de todo es que yo creo que también necesito verle para aclarar los míos.

Los brazos de Kevin se tensaron.

+ Tampoco quiero que pienses que estoy enamorada de él ni nada parecido lo que pasa es que ni yo se lo que quiero en este momento y antes de hacer daño a alguien prefiero dejarlo todo claro.
- Pff.... Joder Noa...
+ Con esto no te estoy diciendo que no sienta nada por ti, por que contigo estoy muy bien, ni tampoco que si lo veo me vaya a lanzar a sus brazos pero...
- Entonces... ¿Que quieres de mi Noa?
+ No quiero perderte.
- Ahora mismo no sé que decirte, no me esperaba esto la verdad.
+ Entenderé que te cabrees y que no quieras saber de mi pero quería ser sincera contigo. Lo que menos quiero es mentirte y hacerte daño.
- El daño me lo acabas de hacer y creo que no merezco esto por tu parte.
+ No...
- ¿Que he echo mal?
+ Nada. Eres un buen chico y me tratas genial pero... Los sentimientos no se eligen. Ojala...
- ¿Vas a verlo?
+ Creo que.... Si.
- Joder.... Hmmm....
+ Te repito que eso no quiere decir que vaya a pasar nada, simplemente quiero ver como reacciono y como reacciona él. Voy a verle como amiga no cómo nada más, tenlo claro.
- Ahora mismo no tengo nada claro Noa.

Los ojos de Noa empezaron a brillar y Kevin pudo ver como una lágrima se precipitaba por la mejilla de ella.

- No llores por favor... No lo hagas más difícil de lo que es.
+ Yo... L... Lo siento...
- Bueno yo mis sentimientos los tengo claros pero parece ser que tu no así que si vas a ser más feliz y vas a estar mas tranquila viéndolo pues... Adelante.
+ Gracias Kevin... Aún no se cuando voy a ir pero si lo prefieres te mantendré informado.
- ¿Cuantos días vas?
+ Aún no lo sé.
- Bueno si te soy sincero prefiero que no me digas nada hasta que hayas vuelto.
+ ¿Seguro?
- Si.
+ Bueno... Eh... Lo siento de veras.
- El que lo siente soy yo créeme.

Eran casi las ocho y cuarto de la tarde y se despidieron con un frío beso en la mejilla de él hacia ella.
Al llegar a casa Noa le mintió a su madre diciéndole que había cenado fuera y que estaba muy cansada así que se iba a dormir.
Cuándo estaba en su habitación encendió su ordenador y buscó a León.
Ahí estaba, esperando una respuesta.
Pensó en lo capullo que había sido la noche anterior y tenía pocas ganas de darle una respuesta.
Mientras decidía si decírselo o no pensó en Kevin...
No se merecía esto, él había sido bueno con ella pero... No podía mentirle y menos mentirse a si misma.
Finalmente le habló.

+ Hola.

Pasaron diez minutos y no le había contestado.
Quince...
Veinte...

+ ¿No vas a contestar o qué?

Veinticinco...

Harta de esperar se dispuso a cerrar el ordenador.
Una vez en la cama volvió a pensar en lo ocurrido.
¿Era una mala persona?
De repente su móvil empezó a sonar.
León.
Pensó en como se estaba comportando con ella últimamente y lo hizo esperar.
Hasta que a la segunda llamada y tercer tono descolgó el teléfono.

+ León.
- Si que has tardado en cogerlo.
+Si que has tardado en responder.
- Pero si te he llamado yo.
+ Me refería a que te he hablado por el ordenador y no me has contestado.
- Ah... Estaba ocupado y al verlo ya te habías ido.
+ Vale.
- Bueno que querías.
+ Se lo he contado todo a Kevin.
- ¿Y bien?
+ Se lo ha tomado mal pero no me ha dicho que lo olvide ni nada de eso como yo temía.
- Bueno siempre tienes que encontrar la parte positiva a todo y es que no te ha mandado a la mierda.
+ Supongo...
- ¿Algo mas que quieras decirme?
+ No lo sé.
- Mmm...

Silencio incómodo.

- Bueno entonces... Ya hablaremos.
+ Espera...
- Qué.
+ Iré.
- ¿Cómo?
+ Vamos a vernos.
- ¿Estas segura?
+ Bastante.
- Bien.
+ ¿Tu?
- Yo estoy seguro desde hace días, ya lo sabes. No se por que preguntas.
+ Mira León si vas a estar así de borde mejor me lo pienso otra vez.

Suspiro.

- Estoy normal.
+ No estas normal, estas borde y eso me pone de mal humor.
- No exageres.
+ ¡No estoy exagerando, no eres consciente de todo lo que me esta costando todo esto! Joder.
- Cálmate Noa.
+ ¡No me calmo! Para ti será fácil pero para mi no lo es para nada.
- ¿Crees que para mi es fácil?
+ ¡Si!
- Pues te equivocas. Si estoy así es por que me desespera esperar y ver cómo lo pasas mal y...
Ver como lo pasas mal por otro chico y aun que suene egoísta me jode que lo pases mal por otro chico que no sea yo.
+¿Perdona?
- Lo que oyes.
+ O sea que te gustaría lo que pasara mal por ti? De que vas.
- No me he explicado bien.
+ Pues explícate mejor antes de que me entren más ganas de colgarte de las que tengo.
- Que me jode que sientas algo por otra persona que no sea yo.
+ Si te soy sincera no se ni lo que siento ya por nadie.
- Mira lo mejor será que hablemos en otro momento. Ambos estamos nerviosos y si seguimos será peor.
+ Como quieras.
- Bueno entonces me quedo con lo de que vamos a vernos.
+ Si.
- ¿Puedo saber cuándo?
+ Déjame asimilarlo.
- Bueno he mirado billetes y son algo caros así que he pensado en ir yo con mi coche.
+ ¿Hasta dónde?
- Hasta tu casa.
+ No creo que sea lo mejor.
-¿Entonces?
+ Podríamos quedar en el pueblo de al lado, si te parece bien.
- ¿Como se llama?
+ Viñales.
- De acuerdo.
+ No vengas hasta que te haya dicho el día y la hora, por favor...
- Tranquila esperaré tu respuesta.
+ No tardaré mucho, cuando antes sea mejor para los dos.
- Estoy de acuerdo.
+ Ya hablaremos.
- Espero tu respuesta.
+ Buenas noches León.
- Buenas noches Noa.

Dejando el teléfono en su mesita de noche se puso boca abajo hundiendo la cabeza en su almohada y soltando un leve suspiro que en pocos segundos se convirtió en grito.
Necesitaba quitarse esos nervios que le inundaban su estómago.
Iba a verle, iba a verle en muy poco tiempo.

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