Sin pensárselo salió de la cama y se dispuso a ducharse y arreglarse.
Cuando había llegado al trabajo pudo ver como Gema seguía con su plan maléfico de estar allí cada
Café por aquí, café por allá, Noa no daba abasto, el bar estaba lleno y no paraban de entrar clientes, uno tras otro.
Pensó que era lo mejor, eso haría que su mente estuviera alejada de esa noche que pasó con él...
Cuando quiso darse cuenta su turno había finalizado. Bien.
Le apetecía quedarse en casa, así que cuando Jorge la invitó a tomar algo denegó la oferta.
Una vez en su habitación se dispuso a encender el ordenador.
Apenas había gente así que decidió poner música y mirar que pasaba en el resto del mundo.
De repente sonó una canción... Esa canción que le había dedicado León no hacía mucho...
Sintió un hormigueo en su vientre, hacía bastantes días que no sabía de él y lo ocurrido la otra noche con Kevin le había tenido la cabeza totalmente ocupada.
Hizo una vista rápida en su móvil como si esperara a que alguien (él) le hubiera mandado un mensaje o la hubiera llamado.
Nada.
Miró el Messenger y tampoco...
¿Por qué de repente lo echaba tanto de menos?
Dio marcha tras en su cabeza, buscando el recuerdo de aquella noche en que lo conoció.
Tan duro, frío y interesante...
Un sonido estridente la sacó de su ensoñación.
Una ventanita emergente apareció en su pantalla.
Claudia le había hablado.
Parecía triste.
- Noa.... ¿Puedes hablar?
+¿Que ocurre?
- Pfff... Estoy fatal.
+ Cuéntame...
- Pues... He conocido a un chico.
+ ¡Anda! ¿Bien, no?
- No... Empiezo a sentir cosas que creí haber olvidado.
+ Se llama sentimientos.
- Lo que sea, lo único que sé es que no me gusta. Ni un pelo.
+ ¿Por qué?
- Apenas hace una semana que le conozco y empiezo a pensar demasiado en ese chico.
+ Y tienes miedo de que él te haga daño...
- Exacto.
+ Ya estas pensando en el final sin haber ni siquiera empezado. No tienes remedio...
- Ya sabes como soy, nunca he creído en las historias de amor, y ahora no va a ser menos pero...
+ ¿Puedes dejarte llevar por una vez en tu vida Claudia?
- Si me hace daño...
+ ¿Acaso te lo ha echo?
- No...
+ Entonces déjate de tonterías y date... Daros una oportunidad.
- Él no sabe nada de esto.
+ Díselo.
- Si claro, ¡Como si fuera tan fácil!
+ No lo es, pero mejor decírselo ahora a que se te escape...
- Pfff... Sólo de pensarlo me agobio...
+ Va... No sera para tanto.
- Habló la que tiene un lío mental en la cabeza.
+ Yo soy yo, tu eres tu.
- Pero tu estas abierta al amor, y crees en eso, yo.... No.
+ Pues creo yo que ya va siendo hora... ¿No crees cielo?
- Quizás... Nose... Puede.
+ Si y punto. ¿Quieres que te ayude?
- ¡No, no! Tengo que hacerlo yo sola.
+ Pues cuando lo hayas echo me lo dices y juntas pensamos en que hacer luego.
- Vale... Eh... ¿Gracias?
+ De nada tonta, ya sabes que me tienes aquí para lo que necesites.
Cuando terminó de hablar con su amiga se quedo mirando a la pantalla sin pensar en nada. Sus pensamientos estaban en el aire no en su cabeza.
Empezó a sonar Still Loving You de Scorpions.
"Your pride has build a wall, so strong that i can't get through" (Tu orgullo ha construido un muro, tan fuerte que no puedo traspasar.)
Las imágenes de Kevin y León no paraban de bailar en su cabeza.
Sumergida por completo en sus pensamientos obvió que una ventana emergente había aparecido en su pantalla para más tarde parpadear sin cesar hasta ser vista.
Cuando quiso darse cuenta ya habían pasado cinco minutos.
Su sorpresa bañada en alegría fue ver que la persona que la estaba reclamando al otro lado no era otra que León.
Parecía que tenía que contarle algo urgente.
"Hoy es el día de las confesiones" Pensó Noa con una media sonrisa en los labios.
Con un hondo respiro se dispuso a escuchar a su... amigo.
+ Dime León, estaba ocupada, lo siento.
- No importa. Lo que tengo que contarte puede esperar si estas muy ocupada.
+ No, no, ya no lo estoy. Adelante.
- Primero dime como estas, el fin de semana no apareciste por aquí.
Pensó en el viernes y un escalofrió recorrió su cuerpo. ¿Tenía que contárselo?
+ Bueno... Salí por ahí.
- Ya veo... ¿Todo bien?
+ Si.
- Me alegro entonces.
+ ¿Y tu?
- Yo bien... Demasiado diría yo.
Noa no pudo evitar sentir un amargo presentimiento en su interior.
Se dispuso a escuchar la bomba que León pensaba contarle.
+ ¿Y eso? - Dijo aparentando tranquilidad cuando por dentro era un manojo de nervios.
- Pues... Salí el Sábado y... Conocí a una chica.
Esas palabras le sentaron como si le hubieran abofeteado la cara.
Trago saliva y se dispuso a escuchar esa amarga historia.
+ ¿Ah si?
- Si... ¿Prefieres que obvie la historia? No tienes por que leerme si no quieres.
Noa dudo.
+ Bueno yo también tengo que contarte, así que... Adelante luego voy yo.
- Bien. Pues el Sábado no tenía muchas ganas de salir, estaba cansado de tanto estudiar pero un amigo mío pesado a mas no poder me convenció para que fuéramos a tomar algo por ahí.
Cuando iba por la segunda copa y harto de ver el mismo panorama sin yo esperarlo una chica se me acercó y me susurro al oído. Me pregunto si quería bailar con ella. Por supuesto yo le dije que no sin dudar.
Al ver su cara me arrepentí al momento, y decidí proponerle salir fuera a tomar el aire un poco ya que estaba bastante agobiado.
Noa sintió un nudo en la garganta.
Cuándo estábamos fuera la luz de las farolas hizo que la viera mejor. Si te soy sincero... Era preciosa.
Tan alegre y extrovertida. Lo contrario que yo.
Estuvimos hablando durante un buen rato y a la que quise darme cuenta tenía sus labios posados en los míos pidiéndome que la hiciera mía. Soy tío... y no dude ni un momento en concederle ese deseo. También te diré que el alcohol ayudó.
No suelo ser tan lanzado pero no pude evitar llevármela al asiento trasero de mi coche y darnos placer.
Fue... Raro y a la vez excitante. No se.
Pasaron dos eternos minutos y al ver que el no decía nada Noa se dispuso a decir algo.
+ ¿Que bien, no?
- Pues si, me dio su número y casi me suplico que la volviera a llamar.
+¿Lo harás?
- Supongo que si.
+ Bien...
- ¿Ocurre algo?
Noa sintió como si el mundo se le echara encima pero no podía permitir que él lo supiera así que no le quedo otra que actuar.
+ Que va, simplemente me has dejado sorprendida. Nada más.
- Ah...
+ Me alegro por ti León, a ver si sale bien.
- Ya veremos, no quiero ir más rápido de lo fui la primera vez con ella.
+ Bien.
- Bueno te toca.
Noa con un esfuerzo forzado le contó lo sucedido con Kevin justo un día antes de que él se viera con "esa".
Cuando terminó un sabor amargo hizo que su estómago se revolviera.
¿Había echo bien en contárselo? ¡Por supuesto! Él también había echo algo parecido.
Él no contestaba y los minutos iban pasando.
+ ¿León?
Nada.
Pensó que se había cabreado o que los celos que a ella le habían entrado cuando el le había contado su historia habían aparecido en él también.
Pasados quince eternos y desesperantes minutos por fin contestó.
- Perdon Noa, estaba al teléfono.
+¿Ella?
- Si.
+ Ah...
- Bueno a lo nuestro. Me ha sorprendido tu historia.
+ ¿Por qué?
- No se... No me lo esperaba pero me alegro mucho.
+ Gracias.
- Es gracioso que a los dos nos haya pasado lo mismo con la diferencia de un día, ¿no crees?
Una risa forzada y ridiculizada salio de la boca de Noa.
-Gracia, si...- Pensó ella con el rostro serio.
+ Curioso, si.
- Bueno mientras ese chico... Kevin te trate bien no hay problema. Me alegro por ti, de veras.
+ Yo también me alegro por ti León -Mintió- Ya era hora de que alguna chica deshiciera ese corazón de hielo que ocupaba tu pecho.
- Jajajaja, no exageres, tampoco soy tan duro...
+ Lo eres.
- Bueno si pero... La vida siempre te sorprende llevándote a situaciones al límite y haciendo que te abras por completo a algo que por el momento creías que no existía.
+ Ni que lo digas...
- ¿Seguro que estas bien? Te noto como...
+ Estoy cansada, sin más.
- Creo que no he echo bien en contártelo...
Noa sintió como una bola de fuego nacía en su vientre y se precipitaba por su garganta.
+ Has echo bien, no me pasa nada enserio. Somos amigos ¿No?
- Tu lo has dicho, amigos. Por eso te lo he contado. Confío en ti y también confío en que puedas echarme una mano con esa chica más adelante.
Un montón de lágrimas afloraron en el rostro de Noa, empapando su cara y sus manos que intentaban detener esa cascada de amargura.
Amigos... Joder que estúpida había sido. Ahora lo había perdido, para siempre.
Con las pocas fuerzas que le quedaban se dispuso a despedirse de él.
+ Puedes hacerlo. Bueno yo me voy a dormir que estoy bastante cansada. Ya hablaremos!
- Son las diez de la noche, debes estar muy cansada para ir a dormir tan temprano, conociéndote...
+ Como te he dicho antes estoy MUY cansada.
- Vale, vale te creo. Buenas noches entonces, que descanses. Cualquier cosa... ya sabes.
+ Lo mismo te digo. Cuidate... León.
Sin esperar a que él contestara cerro el ordenador y fue al baño a limpiarse la cara.
Luego bajo en busca de su madre para decirle que esa noche no cenaría, tenía el estómago revuelto y estaba muy cansada.
Su madre asintió y le hizo creer que no sabía que todo era mentira, que realmente su hija estaba mal pero prefirió dejarla descansar. Mañana ya encontraría el momento de hablar con ella.
Una vez en la cama las lágrimas volvieron a salir. No podía parar.
En su cabeza no paraba de repetirse una y otra vez la misma escena.
León besando con pasión a "esa" con esos labios provocadores.
Haciéndole el amor...
¡Joder, basta ya! Se dijo para sus adentros.
Con el pecho lleno de orgullo cogió su teléfono y buscó un número en su agenda.
Al cuarto toque una voz ronca sonó al otro lado.
-¿Si?
+ Hola Kevin, soy Noa... ¿Te despierto?
- Bueno... estaba viendo la televisión y me había quedado dormido...
+ Lo siento... Te llamaré mañana.
- No, no, dime preciosa...
+ ¿Te apetecería quedar mañana después de trabajar para tomar algo?
- Mmmm... No se...
+ Bueno déjalo estar... Ya hablaremos.
- ¡Era broma! Claro que quiero verte...
+ Idiota...
- Pensaba que me estabas evitando, apenas he sabido de ti desde... el viernes.
Noa sintió como una ola de calor subía por su cara.
+ Eh... Bueno... Te esperare en la salida. Ya sabes la hora.
- Si, allí estaré.
+ Bien. ¡Hasta mañana!
- Hasta mañana princesa.
Al colgar sintió una alegría repentina en su interior.
-Que se joda León, que se joda el mundo entero- Pensó.
Se dispuso a dormir, pero la jodida imagen de León rondaba por su cabeza, se aferraba a ella negándose a salir. Eso puso de mal humor a Noa. Bajo a la planta baja y se tomo una pastilla relajante de hierbas de esas que se toma su madre cuando esta nerviosa y agobiada por el trabajo. Quizá eso la haría dormir de una vez por todas.
Sin esperarlo la imagen de León fue difuminándose en sus pensamientos y sus ojos empezaron a cerrarse.
Sin que ella se diera cuenta una lágrima nació en su ojo para luego desaparecer en la almohada.
Canciones que aparecen en el capítulo:
http://www.youtube.com/watch?v=n8A0pLHvA4M (Still Loving You- Scorpions)