Capítulo 14: La Guerra ha empezado.

El sonido de el despertador hizo volver a Noa al mundo real.
Se levantó como pudo y con paso lento y pesado fue a prepararse para empezar un nuevo día.
Durante el trayecto de su casa al trabajo no pudo evitar sonreír al recordar lo sucedido con León hacía apenas unas horas.
Era real, de carne y hueso, era... precioso.
Se preguntó si volvería a tener el gusto de volver a verlo.
Por un momento imagino que algún día podría hacerlo aún más real... Viéndolo en persona.
Un remolino de mariposas empezaron a revolotear en su vientre, sólo de pensar en poder tocarle...
De repente y sin esperarlo la imagen de Kevin apareció en su cabeza, Noa no hizo nada para echarla de su mente. 
El recuerdo fugaz de sus labios rozando los suyos... Un escalofrío recorrió su cuerpo.
Besaba demasiado bien y era... Demasiado guapo.
Cuando quiso darse cuenta ya estaba en la puerta de su trabajo, ahí plantada como una tonta, inmersa por completo en sus pensamientos.
Una risa aguda aparentemente familiar le hizo salirse de repente de sus fantasías. ¿Era ella?
Malhumorada entró en el local y pudo ver a Gema sentada en la barra riéndose con su jefe.

+No puede ser...

Con paso acelerado se dispuso a entrar en el lugar donde se cambiaba de ropa y enseguida salió.
Seguía ahí, con su risita de mosquita muerta y su ropa peligrosamente provocativa.
¿Que querría?

--Buenos días Noa.
+ Buenos días Javier.
- Ponme un café con leche, corto de café y con sacarina.
+¿Perdón?
- ¿Te lo repito?
+ Voy.

Con los dientes apretados se dispuso a preparar el pedido para esa criatura infernal.
Por la cabeza se le paso todo tipo de maldades, desde echarle sal en vez de azúcar, escupir en la taza, ponerle más café que leche, o tirárselo encima "por error".
Optó por la última.
Con una risa maléfica en su rostro se dispuso a prepararle el café, no muy caliente no vaya a ser que su delicada piel se queme...
Cuando hubo terminado se dirigió hacia donde estaba ella hablando animadamente con su jefe.

+ Toma bonita, corto de café y con sacarina

Dijo con una sonrisa visiblemente forzada.

Cuando vio la victoria en los ojos de Gema supo que ese era el momento de devolverle la jugada.
Cuando el café casi tocaba la madera barnizada de la barra Noa con un rápido gesto aparentemente torpe hizo que el café "se resbalara" por el platito de cristal y acabara en todo el escote de Gema, para finalmente terminar en el suelo roto en mil pedazos.

--¡Ahhhh! Eres idiota o que pasa!!
+ ¡Perdona, oh dios mio, perdóname por favor, se me ha resbalado...
-- ¡Lo has echo aposta! ¿De que vas? ¡Un papel de reclamación ahora mismo!
- ¡Noa que has echo!
+¡Perdona Javier se me ha resbalado... Ha sido sin querer... No se que me ha pasado... Yo...
-Es la primera vez que veo que te pase esto, no se que pensar.
--¡Quiero poner una reclamación ahora mismo!
- Señorita lo siento mucho por este pequeño imprevisto, estoy seguro de que no ha sido intencionado, es la primera vez que ocurre...
-- ¡No y no! ¡Quiero reclamar ya!
- Acompañeme a mi despacho y ahí veremos si podemos llegar a un acuerdo. Noa recoge los cristales ahora mismo, no quiero que haya mas accidentes.

Noa no podía aguantar más la risa que aguardaba ansiosa en su interior. Su plan había salido según lo previsto.
Gema se levantó de el taburete con todo el escote manchado y se dispuso a seguir a Javier, a medio camino se giró con cara de asesina a mirar a Noa que la miraba con una sonrisa burlona en la boca.

Aprovecho la ausencia de su jefe y la de clientes y cogió su móvil y rápidamente le mando un mensaje de texto a Ángela, Claudia y Jorge contándoles lo sucedido.
Pasados unos minutos escuchó que se abría la puerta del despacho de Javier y rápidamente se puso a limpiar los restos de cristales del suelo.
Gema parecía más relajada y su jefe igual.

--Que sepas que he decidido olvidar el tema por que tu amable jefe me ha ofrecido una semana de desayuno gratis.
- Eso es, puede estar tranquila que no volverá a ocurrir.
+Me parece una buena idea, permítame que la acompañe a la puerta, me siento muy mal por lo sucedido, es lo menos que puedo hacer.
- Eso me parece perfecto.
-- De acuerdo.

Gema y Noa se dirigieron a la puerta y cuando estaban lo suficiente lejos de Javier la verdad de lo ocurrido salió a la luz.

-- Muy ingenioso por tu parte. Pero gracias a ese "pequeño acidente" tengo una semana de desayuno gratis"
Dijo Gema con una sonrisa de oreja a oreja.

Noa sin decir nada empezó a reírse exageradamente. Gema en cambio se esforzaba por no borrar la suya.

-- Ríete pero creo que no te reirás tanto cuando me tengas que ver aquí día a día y encima ¡gratis!
Haré que odies trabajar aquí.

+Eso lo dudo pequeña, tengo mucha paciencia.

-- Ya encontraré la forma de que la pierdas...

+ Ya encontraré yo la manera de que no sea así.

-- Reconoce que he vuelto a ganar, eres una perdedora.

+ Lo único que te voy a reconocer es que he disfrutado enormemente al ver el café calentito derramado en tu pequeño escote de zorra.

Al oír esas palabras Gema frunció el ceño y acto seguido se dio media vuelta y se dispuso a irse.
Noa sin dejar de reírse la llamó.
Ella se paró y se giró con las manos cruzadas y se la quedo mirando.
Sin pensárselo Noa le dedico un bonito dedo en alto.
Eso hizo que Gema se girara y se fuera con pasos fuertes y deprisa.

Punto para Noa pensó hacía sus adentros.

El día pasó bastante rápido y Noa aún con la sonrisa en la cara por lo sucedido en la mañana se despidió de su jefe que no le había dicho mucho más que " la próxima vez ten cuidado, que no vuelva a pasar" y se fue para su casa.

Después de cenar se conecto y al abrir el Messenger tres conversaciones aparecieron de repente, en ellas ponía lo mismo.
"Jajajajaja"
Eso hizo que se riera otra vez y con mas ganas, ya que compartido era mejor.
Después de una hora sin parar de reír y repetir una y otra vez lo ocurrido a sus amigos se acordó de la llamada de Kevin. Tenía que darle una respuesta.
Se despidió de sus tres amigos y se dispuso a llamarlo.

-¿Si?
+ Hola Kevin, soy Noa.
- ¡Ah Noa! ¿Que tal?
+ Por ahora muy bien y tu.
- Ahora que me has llamado bien empezaba a pensar que no me devolverías la llamada.
+ Sabes que no soy así...
- Siempre hay dudas.
+ Entiendo... Bueno a lo que me propusiste... Si, me apetece salir contigo.
- ¡Bien! Entonces el viernes te recojo en el trabajo?
+ Perfecto, quedamos así.
-Buenas noches preciosa.
+Eh... Buenas noches Kevin. Hasta el viernes, que descanses.

Colgó sin esperar replica y suspiro. ¿Había echo bien?
Lo único que sabia era que le apetecía y mucho.
Como si el destino quisiera ponerla a prueba una ventanita emergente apareció en su pantalla.
Era él.

- Buenas noches.
+ Hola León.
- ¿Como estás?
+ Bien, un poco cansada. ¿Y tu?
- Bien, bien.
+ ¿Como a ido el día?
-Tranquilo. ¿El tuyo?

Noa no pudo evitar contarle lo que pasó esa misma mañana con esa pequeña arpía.

- Reconozco que es gracioso pero... ¿No es un poco infantil por tu parte?
+¿Infantil? Para nada, se lo merecía, se merecía eso y más.
- ¿Más?
+ Si. Si no fuera por que aún me queda un poco de compasión por esa chica le hubiera tirado de muy buen gusto la taza en la cabeza.
- Que bestia...
+ Ya sabes lo que hizo, no se merece ningún respeto por mi parte y menos remordimientos.
- ¿No te arrepientes?
+ NO.
-Bueno tu verás pero... Ten cuidado.
+ ¿Cuidado? Jajaja no me da miedo León, ningún miedo.
- Sólo digo que tengas cuidado y que la próxima vez pienses un poco más las cosas antes de hacerlas.

Las palabras de León le chocaron, ¿La estaba defendiendo? Fuera lo que fuera no tenía ganas de discutir y menos por "esa" y se limitó a despedir la conversación con un " vale, pensaré más antes de actuar".
Cuando se dispuso a cerrar sesión y irse a la cama una ventana emergente salió en su pantalla.
Había recibido un correo.
Lo abrió rápidamente.
El asunto era : La zorra ataca de nuevo.
En el contenido salían varias fotos de conversaciones y mensajes de texto de ella y Gema adjuntados en un email. Conversaciones privadas y algo comprometidas.
(Que si León era un cretino, que si iba a enrollarse con otros, lo que pensaba hacer y mil cosas más que la ponían en mal lugar)
Rápidamente se fijó en el cuadradito que ponía a quien se iba a mandar.
Ahí estaba el email de León.
El cursor del ratón estaba encima de la palabra enviar y en el asunto de mensaje ponía:
Como me importas creo que tienes que saber esto.
Era evidente de que se trataba de la zorra de Gema.
Nerviosa y con los dientes apretados se dispuso a llamarla.
El teléfono estaba apagado o fuera de cobertura.
Mierda. La había pillado pero bien.
Busco a León rápidamente entre sus contactos pero era demasiado tarde, él ya se había ido.
Tendría que esperar a mañana pero... ¿Si era demasiado tarde?
Estaba fuera de si
¿Cómo no podía haber sabido que esa arpía era capaz de todo eso?
¿Por que fue tan ingenua al dejar que entrara en su vida y saber más de lo que debía sin ningún tipo de restricción?
La cabeza no paraba de darle vueltas.
Fijó la vista en el correo que había recibido y sin apartar los ojos de el  supo con certeza que la guerra entre ellas dos no había echo nada más que empezar.


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